*Secretaria ejecutiva de la Unidad de Igualdad y Diversidad de la UV llama a tomar conciencia sobre la situación de secundaridad que viven las mujeres.
El 8 de marzo de 1975, coincidiendo con el Año Internacional de la Mujer, las Naciones Unidas conmemoraron el Día Internacional de la Mujer por primera vez. De ahí en adelante, este día evoca una tradición de no menos de noventa años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo, según explica la página web de la ONU. La fecha —añade— se refiere a las mujeres corrientes como artífices de la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre.
Este viernes 8 de marzo, Chile conmemorará la fecha con la marca de las movilizaciones feministas del año 2018. Ante ello, Javiera Arce, secretaria de la Unidad de Igualdad y Diversidad de la UV, magíster en Ciencia Política, señala que será un 8M que “tiene todo especial, porque viene saliendo una ola feminista, un movimiento que fue súper convulsionado y abordó hartas cosas el año pasado, de manera muy fuerte”.
Por ello, dice, “hay harta expectativa sobre la capacidad de movilización de este 8M, que viene con una convocatoria a huelga feminista, que el año pasado resultó increíble, por ejemplo, en países como España. Sin embargo, aún no tiene capacidades para insertarse dentro del debate de las mujeres comunes, y ese es un problema. En ese sentido, encontré increíble la performance de las mujeres el lunes, cuando la Coordinadora 8 de Marzo cambió el nombre a las estaciones de Metro en Santiago; había igual harto hombre muy molesto con eso, encontraban que era vandálico, yo lo encontré súper emocionante, creo que eso va a ser muy recordado”.
De todas formas, dice Javiera Arce, el desafío es que “tenemos que movilizar a las otras, a las que no se mueven, y aquí hay un problema de clase que es bien complejo”.
Ante ello, añade la académica, “este 8M invito a tomar conciencia y a buscar qué significa el Día Internacional de la Mujer, que no es que te canten ‘Mujeres’ de Ricardo Arjona, o que te regalen una flor: en realidad tiene que ver con derechos, tiene que ver con reivindicaciones de la situación de secundaridad en que nos encontramos las mujeres. Hasta ahora estamos súper mal; la situación ha mejorado con el tiempo, pero todavía estamos mal: estamos en brechas salariales, estamos en brechas de participación política, estamos en brechas de participación económica… O sea, es gravísimo el estado en el que estamos. Es como lo que decía Malena Pichot: nos matan, nos pegan, pero nos abren la puerta del auto o pagan la cuenta. Esos no pueden ser nuestros privilegios”.