*Con representantes de todas las Facultades, se está revisando y actualizando el material de lectura ofrecido a los estudiantes.
“En la Universidad de Valparaíso no estamos restringidos por el monopolio de la razón de unos pocos. Tenemos pluralidad de visiones, y especialmente en los temas de género, en que hoy día como sociedad estamos haciendo una revisión profunda: creo que es importante que la hagamos también nosotros”. Así se expresa la doctora Patricia Reyes, directora de Bibliotecas y Recursos para el Aprendizaje de la Vicerrectoría Académica de la UV, al explicar que la instancia creó y tiene funcionando un comité de bibliografía de género.
Explica la doctora Reyes que “a propósito de las movilizaciones de hace unos meses, la Dirección de Bibliotecas y Recursos para el Aprendizaje se está empoderando en cuáles son los principales recursos que deberíamos tener para el proceso de enseñanza aprendizaje. Esto es resultado de una petición concreta, que por una parte implica no sólo contar con más autoras dentro de nuestro repertorio de bibliografía, sino que también implica tener una perspectiva de género en la bibliografía, que es distinto”.
Lo anterior, detalla, es complicado, ya que “significa que revisemos todo nuestro material bibliográfico, especialmente lo que dice relación con la bibliografía obligatoria y complementaria, y ahí veamos qué tanto, en nuestro proceso de enseñanza aprendizaje, estamos dando una perspectiva de género a través del material que estamos recomendando a nuestros alumnos”.
Todos los programas
El comité de bibliografía de género se formó con el objetivo de hacer una revisión completa de todos los programas y revisar la asociación con la bibliografía de cada uno de ellos. “A lo mejor ya tenemos esa perspectiva de género, quizás no: tenemos que revisarlo. Para evitar el sesgo, convocamos sólo a mujeres a la mesa; las integrantes son una representante por Facultad, más una integrante de la Unidad de Igualdad y Diversidad, una de la Dirección General de Pregrado y una del Departamento de Desarrollo Académico”.
“La idea —dice Patricia Reyes— es que hagamos un trabajo que es de largo aliento. Cada profesora que representa a su Facultad lo que está haciendo es primero copiar todos los programas, para después empezar a revisarlos —no solas, por supuesto, sino con los equipos que cada una está conformando”.
Paralelamente al trabajo con las Facultades, explica, “hemos estado viendo cómo incorporamos bibliografía de género en las AFG que quedan todavía pendientes, y en el futuro en cuestiones que sean más transversales de Sello UV en que tengamos que ir poniendo esta mirada. Para efectos de las AFG, la Unidad de Igualdad y Diversidad ya hizo una revisión de material y ya se compró, está por llegar ese material”.
Actuar de inmediato
Explica la directora de Bibliotecas y Recursos para el Aprendizaje que “la idea es que vamos actuando de inmediato. Ya hay un acto concreto, con la adquisición de bibliografía para las AFG, y del mismo modo, a partir de toda esta revisión que hemos hecho en conjunto, también se está pensando, por ejemplo, en autorregulación, esta nueva orientación, esta nueva perspectiva, y cómo apoyarlas con recursos para el aprendizaje desde nuestra parte”.
El avance hasta ahora no ha sido menor. Manifiesta la doctora Reyes: “Empezamos después de las movilizaciones, es decir, nos empezamos a reunir en agosto, y ya estamos constituidas y trabajando en esta revisión. Esperamos contar con mayor apoyo de las facultades, en términos de obtener más rápidamente los programas. Aprovecho de reiterar a los decanos que den el apoyo para recoger los programas”.
Hasta ahora, añade, el diagnóstico ha ido avanzando de manera irregular: “Desde el punto de vista de la revisión, hay diferencias entre unas y otras Facultades, pero aún no tenemos esa mirada completa, estamos levantando recién cada programa; en lo que más hemos avanzado es en las AFG y el Sello UV”.
Financiamiento
Respecto de cómo se financia la adquisición de bibliografía nueva, explica Patricia Reyes que “en general, cuando hablamos de la bibliografía dentro de la estructura presupuestaria de la Universidad, se considera que un cuatro por ciento de los ingresos propios son para la adquisición de este material, de modo que hay un presupuesto destinado a material bibliográfico”.
La dificultad con que se han topado es que “todavía no disponemos de todos los programas actualizados en la bibliografía, y eso nos tiene un poco detenidos. Pero hemos comprado muchísimo en el último tiempo, porque la idea es que la plata que está destinada a ese fin, se gaste en eso, porque además es un ítem que se controla en todas las acreditaciones, y es un ítem que responde a una necesidad del propio programa, de la naturaleza de la Universidad”.
Finaliza destacando la directora de Bibliotecas y Recursos para el Aprendizaje: “A lo mejor tenemos los libros de autoras mujeres, quizá no es que no los tengamos, pero nadie los ha puesto en la bibliografía obligatoria ni complementaria. A lo mejor estoy siendo prejuiciosa, todavía no hemos terminado el levantamiento de información, pero es una posibilidad. Va a ser muy interesante el resultado, cuando termine este trabajo, de si efectivamente nuestro currículum tenía o no sesgo en este aspecto, como pasa en muchas otras áreas”.