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Dirección de

Igualdad y Diversidad

Karen Castillo es nombrada miembro de la Academia Mundial de Ciencias

25 de Octubre 2018

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*La doctora, miembro del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la UV, es una de los cinco investigadores jóvenes latinoamericanos en recibir esta distinción.

De acuerdo a cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco,  sólo el 32 por ciento de participación en ciencia y tecnología que se desarrolla en Chile es protagonizada por mujeres, uno de los índices más bajos de toda Latinoamérica en paridad de género. Considerando esta realidad, el nombramiento de la doctora Karen Castillo, investigadora del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la UV, como  miembro asociada de la Academia Mundial de Ciencias, contribuye a potenciar el rol femenino en el ámbito científico nacional, especialmente en materia regional.

Los requisitos para llegar a ser un miembro asociado de la TWAS eran varios: ser investigador joven menor de 40 años, presentar una alta productividad científica y ser una contribución relevante como investigador independiente. “El hecho de ser una de las cinco científicas latinoamericanas jóvenes en ingresar a la Academia Mundial de Ciencias es un gran reconocimiento al trabajo científico que he desarrollado desde que egresé como ingeniero en Biotecnología Molecular de la Universidad de Chile, y hasta hoy, al interior del CINV.  Por otro lado, esta distinción demuestra que es posible desarrollar ciencia de primer nivel en Chile fuera del centralismo de la capital, en regiones como Valparaíso”, enfatiza la investigadora, quien se desempeña como investigadora joven en el área de Biofísica del CINV.

La nominación se extiende por los próximos cinco años, con posibilidad de ser extendida en base a los méritos de la investigadora.

Karen Castillo señala que los fondos limitados para realizar investigación son una de las principales dificultades que deben enfrentar los científicos y académicos de Latinoamérica y el Caribe. Esta situación, a menudo, obliga a los profesionales a abandonar sus países de origen en busca de oportunidades económicas en el extranjero, impidiendo un adecuado impulso al desarrollo científico y económico del país, que termina proveyendo materias primas a países desarrollados, y sin dar un valor agregado sustentable a nuestros recursos ni al desarrollo tecnológico local.

“Es necesario crear redes de apoyo que beneficien el trabajo de investigación y la difusión científica de todas aquellas naciones que aún no alcanzan un completo desarrollo. Necesitamos potenciar la ciencia en post del conocimiento y las habilidades para enfrentar desafíos como la pobreza y las enfermedades en nuestros territorios. Promover la ciencia y el uso de datos científicos es lo que necesitamos en Chile y Latinoamérica para tomar decisiones, políticas, sociales y económicas, acorde a las realidades locales. Así evitamos la fuga de capital humano y favorecemos el desarrollo global local”, subraya la investigadora.

Beneficios y redes de colaboración

Karen Castillo explica que es habitual que los investigadores latinoamericanos realicen sus estudios en condiciones poco favorables y con equipamiento antiguo, y que uno de los beneficios de pertenecer a la Academia Mundial de Ciencias radica en que, en caso de ser necesario, los científicos pueden acceder a instituciones europeas y con tecnología de punta para realizar sus estudios y análisis.

“También entrega la posibilidad de postular a proyectos de investigación competitivo para miembros de la asociación; es decir, existen fondos asegurados que permiten asociarse con determinado científico, financiando los viajes, equipos, reactivos y lo que tenga relación para facilitar la investigación científica con altos estándares. Eso mejora las interacciones colaborativas que uno como investigador y nuestro Centro, a su vez, pueda tener, proporcionando acceso a fondos extranjeros fuera de Latinoamérica”, enfatiza la científica.

De esta manera es posible reconocer, apoyar y promover la excelencia en la investigación científica de América del Sur, facilitando el contacto entre científicos e instituciones latinoamericanos y europeos.

Brecha de género

Por otro lado, la científica señala que hay un diagnóstico claro respecto a la inequidad de género en materia científica en Chile, en el cual “la balanza está fuertemente inclinada hacia los hombres, sobre todo en posiciones académicas y directivas, que es donde más se percibe esta brecha”.

No obstante, considera que la masiva sensibilización que ha tenido el tema durante el último tiempo ha abierto puertas para que se comience a discutir y legislar transversalmente sobre el tema.

Para el CINV este panorama es relevante, razón por la cual el Centro ya está abordando los desafíos de la inclusión y fomentando la igualdad de género. “Como CINV no sólo nos interesa aquello que ocurre en los laboratorios, sino que nos importa generar mayores estándares de integración en todas las áreas, teniendo presencia de hombres y mujeres en igualdad de condiciones. Incluso, frente a un currículum equivalente, estamos privilegiando el de la mujer, generando así una discriminación positiva que también busca dar una mayor visibilidad a las científicas”, explica el doctor Ramón Latorre, Premio Nacional de Ciencias y director de esta institución. Como Instituto Milenio, el CINV se está preocupando muy activamente en darle espacio a nuestros investigadores jóvenes quienes, finalmente, son el futuro de nuestro Centro, añade.

Líneas de investigación de la científica

Actualmente, Karen Castillo está investigando el funcionamiento de una clase de proteínas que residen en la membrana de nuestras células y que, como antenas moleculares, actúan como receptores de la temperatura y el dolor.  Estas proteínas llevan el nombre de “canales receptores de potencial transitorio”, TRP. “En ese contexto, mi principal pregunta es dilucidar los mecanismos moleculares que le permiten a estas proteínas informar a nuestro sistema nervioso cuándo tenemos que retirar la mano de un objeto muy caliente o muy frío. La o las respuestas que podamos obtener a través de estas investigaciones, nos pueden llevan a la confección de fármacos que nos sirvan para paliar el dolor”, explica.

[Fuente: cinv.uv.cl]