Orientaciones y recomendaciones para el trabajo con las comunidades es el objetivo de la Guía de Urbanismo Feminista para Gobiernos Locales, desarrollada por la académica Soledad Larraín, de la Escuela de Arquitectura UV, al alero del Centro de Investigación de Vulnerabilidad e Informalidad Territorial UV, CINVIT, y en conjunto con el colectivo Mujer Arquitecta.
La guía está disponible desde este miércoles 20 hoy para descargas de libre acceso en este enlace.
El trabajo fue presentado en el Centro Integral de Apoyo al Estudiante, CIAE, con los comentarios de Paula Jirón, presidenta del Consejo Nacional de Desarrollo Territorial; Carolina Peñaloza, presidenta del Colegio de Arquitectos de Valparaíso, y Carolina Jacob del Colectivo Mujer Arquitecta.
La jornada contó con la presencia de Ana María Iglesias, vicedecana de la Facultad de Arquitectura; Carola Molina, directora de la Escuela de Arquitectura, y Lautaro Ojeda, director del CINVIT, junto a académicos y estudiantes.
La autora explicó que “se trata de una primera aproximación para quienes trabajen en el mundo público, específicamente municipios, para incorporar la perspectiva de género y planteamientos de urbanismo feminista en las comunidades”.
“Nace como una investigación, pero el objetivo es que pueda salir del mundo académico, que exista un traspaso que oriente y permita a tomadores de decisiones que no están familiarizados con los conceptos, tener un panorama general para orientar ciertas iniciativas posteriores, tomando como referencia diversos casos o ejemplos en el mundo”, señaló.
Sobre el concepto de urbanismo feminista, la académica indicó que “la perspectiva de género es una manera de analizar una cierta data, un proyecto desde el género femenino. Sin embargo, el urbanismo feminista va un paso más adelante, se plantea desde una política de acción, busca no solo entender desde una perspectiva de género, sino intervenir y generar acciones para cambiar la realidad de las mujeres y de las personas que quedan abandonadas en el urbanismo tradicional”.
“El género también es considerado una de las vulnerabilidades analizadas desde el CINVIT, desde donde se impulsan algunas investigaciones, y esta es una de ellas. Nos propusimos trabajar con gobiernos locales para que el conocimiento que se produce se pueda traspasar y entregar a las comunidades para impulsar cambios en los territorios que estamos trabajando”, indicó.
Según contó, “es una publicación de fácil lectura, que entrega una base teórica, con la metodología de presentar tres referentes escritos y quince casos internacionales. A partir de eso entregamos recomendaciones en tres pasos: el contexto e inicio de los proyectos, el proceso de desarrollo y la aplicación o implementación. Además, contamos con expertas de Chile, Argentina, México y España”.
Sueño cumplido
Paula Jirón, presidenta del Consejo Nacional de Desarrollo Territorial, en su presentación de la guía valoró “el trabajo que se hace desde Valparaíso, porque es fundamental escuchar lo que pasa en las regiones, desde donde surgen distintas formas de abordar el territorio”.
“Las instituciones públicas trabajan hace mucho tiempo con enfoque de género, pero no es suficiente, tenemos desafíos que van más allá, las mujeres estamos en mayor desventaja, aunque no todas habitan el espacio de la misma manera. Probablemente las migrantes que viven en la periferia tengan una situación más compleja que las mujeres blancas de clase media que vivimos en la ciudad, por eso es relevante una guía que aborde el enfoque de género reconociendo conceptos como género, interseccionalidad y cuidados”, destacó.
En tanto, Carolina Peñaloza, presidenta del Colegio de Arquitectos de Valparaíso, quien también comentó la guía, enfatizó que “esta investigación es fundamental, porque propone una mirada interdisciplinaria en la planificación urbana. En el contexto actual se vuelve esencial tratar estas temáticas de manera multidisciplinaria”.
Mientras que para Carolina Jacob, quien participó de la guía como parte del Colectivo Mujer Arquitecta, “es un sueño cumplido, da el pie para seguir avanzando como colectivo. Con la experiencia de visibilizar a las mujeres que trabajamos en arquitectura nos dimos cuenta de que ese no era el problema. Por eso, la guía se centra en la necesidad de hablar de la vida cotidiana, de cómo nos relacionamos y cómo dependemos del otro, debido a que estamos situados en un territorio”.
