*Los avances y desafíos en esta área fueron analizados por la directora de Igualdad y Diversidad, la subsecretaria de Educación Superior y la seremi de la Mujer y Equidad de Género.
“Relaciones de género en la educación superior, avances y desafíos” fue el tema de la actividad con que la Universidad de Valparaíso conmemoró este año el Día Internacional de la Mujer. El encuentro, que tuvo lugar ayer martes 7, contó con la participación de la subsecretaria de Educación Superior, Verónica Figueroa; la seremi de la Mujer y Equidad de Género de Valparaíso, Camila Lazo, y la directora de Igualdad y Diversidad de la UV, Karin Berlien, además del rector de la institución, Osvaldo Corrales.
El conversatorio contó con la presencia de directivas y directivos centrales y académicos, representantes de las facultades, escuelas, carreras e institutos, de la Asociación de Funcionarios Académicos, la Asociación de Funcionarios y la Federación de Estudiantes de la UV. Se llevó a efecto en el auditorio de la sede Las Heras, y fue transmitido vía streaming por el canal YouTube de la UV. El registro está disponible en este enlace.
Tras la exhibición del video “Política Integral contra las violencias de Género UV”, el acto se inició con la intervención de la secretaria general de la Universidad de Valparaíso, Nicole Selamé, quien contextualizó el evento y destacó la importancia de la conmemoración. Luego, la directora de Igualdad y Diversidad presentó el “Diagnóstico sobre las relaciones de género en la Universidad de Valparaíso (2022)”. A continuación, presentaron sus ponencias la subsecretaria de Educación Superior y la seremi de la Mujer y Equidad de Género. El cierre estuvo a cargo del rector Osvaldo Corrales.
Un desafío
Karin Berlien, tras la presentación del referido diagnóstico, destacó el trabajo de validación que se ha realizado para este trabajo al interior de la comunidad universitaria, el que continúa desarrollándose, habiéndose iniciado ya la etapa correspondiente al presente año, con miras a levantar el Plan de Igualdad de la UV.
Al respecto, afirmó Karin Berlien, “vamos a proponer acciones para corregir estar brechas. La idea es tener claridad de cuáles son las brechas, cuáles son los indicadores que vamos a mirar, para después poder evaluar el impacto que tengan las acciones de política de nuestro Plan de Igualdad”.
En cuanto a las expectativas sobre las brechas que afectan a las mujeres, la directora señaló: “En estos temas nos toca estar permanentemente vigilantes, porque así como tenemos una cultura en favor de la igualdad y estas políticas de equidad tienen adhesión, también sabemos que a nivel global hay tensiones, también hay resistencias”.
Por eso, añadió, “creo que hay que estar vigilantes y mirando el proceso con atención. Es un trabajo de todas, de todos y todes, porque si no también podemos echar pie atrás. En estos últimos años hemos visto la situación de Brasil, por ejemplo, con Bolsonaro y cómo muchas políticas fueron hacia atrás, o los casos de Afganistán o Irán, que hay imágenes hoy día desoladoras. Incluso hay un estudio que señala que en todas las regiones del mundo hay países que han retrocedido respecto a los avances de género; más aún en nuestra realidad local, cuando miramos el fenómeno de la pandemia y cómo las brechas de género retrocedieron veinte años. Entonces, no mirarlo sólo localmente sino que mirarlo dentro de un contexto donde la Universidad tiene un rol clave en tanto que genera, colabora con la cultura, con la educación justamente para la paz y la no violencia de género. Un desafío”.
Cambios en la cultura
Por su parte, la subsecretaria de Educación Superior, Verónica Figueroa, expresó: “Cuando hablamos de desigualdades de género y miramos las brechas, la gran pregunta es qué está detrás de esas brechas, y nos damos cuenta de que hay una serie de cambios que sin duda requieren un cambio en la cultura, una forma en la que nos relacionamos como sociedad y que se expresa en las instituciones de educación superior, y en las universidades no podía ser de otra manera”.
Agregó que tal como mostró el diagnóstico de la UV, “que es muy coincidente con el Informe de Brechas de Género en la Educación Superior del año 2022 que presentamos hace unos días, las mujeres efectivamente tenemos una mayor presencia en la educación superior: más del 52 por ciento de la matrícula de primer año somos mujeres, tenemos mejores tasas de titulación, mejores tasas de retención, tenemos la posibilidad de desarrollar nuestras carreras en un menor tiempo; pero cuando achicamos ese zoom y miramos los datos sobre todo de las carreras STEM, vinculadas a las ciencias, las tecnologías, la ingeniería y la matemática, hay brechas que son preocupantes, brechas que están en las universidades, brechas que son mucho más grandes en el mundo de la educación técnico profesional, que nos habla de carreras masculinizadas, y obviamente esa masculinización lleva a que tengan una mayor valoración en el mercado, y esa valoración se expresa también en términos monetarios, y eso es algo en lo que obviamente estamos muy preocupadas desde la Subsecretaría y que tenemos que abordar de manera intersectorial”.
Igualdad sustantiva
El rector Osvaldo Corrales, junto con valorar especialmente la presencia de la subsecretaria, que estuvo en esta actividad por primera vez en la UV, afirmó que aunque esta casa de estudios ha desarrollado un camino largo y no sencillo ni siempre fácil en materia de género, “lo hemos hecho desde el principio con la convicción de que la superación de estas desigualdades es obviamente un deber ético”.
En tal sentido, destacó que “las universidades, particularmente las universidades públicas, tenemos un deber además mayor, porque tenemos el deber de irradiar a nuestras comunidades, y no podemos irradiar a nuestras comunidades si primero no damos el ejemplo: en nuestras prácticas, en lo que hacemos, en nuestras comunidades”.
Añadió al respecto que la primera tarea es desnaturalizar las diferencias entre los géneros, para luego entender que son injustas e ilegítimas, desde lo que se puede partir para “promover la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres al interior de la Universidad de Valparaíso, y en eso es en lo que estamos trabajando”. De esta forma, el diagnóstico “es una hoja de ruta”, que muestra los logros alcanzados por la institución a la vez que “sobre todo, nos desafía en aquellas cuestiones en las que, desafortunadamente, todavía no hemos podido alcanzar esa meta. Mientras existan esas diferencias no podemos estar tranquilos ni tranquilas. (…) Si de verdad queremos cambiar, si de verdad queremos transformar esta situación injusta e ilegítima, tenemos que ser capaces de mirarnos con honestidad, de mirarnos autocríticamente. Porque desde ahí podemos entonces mirar críticamente a la sociedad. La mejor forma de incidir, de irradiar, es dar el ejemplo”.
Tras relevar que cada paso que se ha dado en este sentido en la UV “se ha dado de modo participativo y luego de una gran reflexión crítica”, Osvaldo Corrales expresó: “Tenemos que lograr que nuestra Universidad sea un espacio seguro para todas y para todos, porque de alguna manera de eso depende también el ejercicio de la libertad y el respeto de la dignidad de las personas. (…) Este diagnóstico nos pone ante unas tareas, ante la necesidad de seguir avanzando, de seguir revisándonos cada uno y cada una de nosotros, nuestras propias prácticas. Y lo tenemos que hacer sin vergüenza, animados por la convicción de que ese es el camino para el logro de la igualdad sustantiva”.
